lunes, 31 de agosto de 2009
A VECES
a veces creo que estoy viviendo
veo películas todo el día, una tras otra
intentando huir de mis sueños.
Es patético
autoboicót
siempre igual.
No logro distinguir lo real con lo real
es patético.
Cuando me levanto por las mañanas no quiero discutir
y cuando me acuesto, no quiero pensar. Pero no puedo dormir.
siento que no siento.
ARCHIVO BORRADO
Hace unos días me pasó algo realmente surrealista. Mi cuenta en Facebook se perdió. Había entrado por la mañana a esta herramienta social de internet y por la tarde no me dejaba entrar. El problema no era desaparecer virtualmente, sino que varios contactos serían irrecuperables, además de fotos y horas frente al computador. Muchos de mis amigos al pedirle nuevamente la solicitud de amistad, me preguntaban porqué los había borrado, otros ni si quiera lo preguntaron y pasaron de aceptarme, pensando que de un capricho los había quitado de mi vida.
Es bastante curioso cómo estos mensajeros sociales de internet van posesionándose en nuestras vidas. Estos microblogging tienen un ascenso meteórico en todo el mundo. Twitter es un ejemplo de ello.
Hasta hace poco era imposible creer que el presidente de los EEUU, Barack Obama o que políticos de renombre encontrarían en estos sitios un espacio para comunicarse con sus votantes. Otros que se han subido al carro son actores, directores de cine, deportistas de renombre, músicos y celebridades varias.
La inmediatez y la comunicación directa e informal, han ayudado para que los usuarios de Twitter sean los corresponsales improvisados de muchas noticias a nivel mundial. El sismo del año pasado en China. El accidente aéreo en diciembre del 2008 en Denver (EEUU) o las manifestaciones en Irán después de las polémicas elecciones del pasado junio, convirtiéndose así en un arma contra la censura.
Es posible que ya no nos imaginemos un mundo sin estos espacios de comunicación global. Sin embargo, esperemos que esta arma no se contamine, ni genere en nuestras relaciones personales conflictos, ni suspicacias. Pero me queda la pregunta: Y si de repente, alguien hace que desaparezcas? una tecla al azar, ¿seguiremos existiendo o seré un archivo borrado?.
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