Es indudable que nuestro mes de septiembre es único en el mundo. Es dónde nos sentimos casi todos hermanos. Disfrutamos con los amigos y familiares ricos asados, nos atrevemos a bailar una ‘cueca’ y disfrutamos exquisitas empanadas con un buen vino tinto.
Debo reconocer que junto con la navidad son las fechas que más extraño, es por eso que intento explicarle a mis amigos de aquí ese sentimiento que nos aparece todos los años en estas fechas, donde se olvidan las penas con fiesta. Lo más curioso de esto, es que gracias a Napoleón podemos celebrar el 18 de septiembre, ya que en aquella época se mantuvo cautivo el rey español lo que hizo posible la instauración de la Primera Junta Nacional de Gobierno, lo cual derivó en la conquista de la libertad de nuestro país.
Sin embargo, este mes está marcado no sólo por buenos acontecimientos, no podemos sufrir de amnesia. Esperemos que ya se pase este invierno y la primavera haga su trabajo, sobretodo en nuestra memoria.
Yo de momento intentaré por lo menos comer alguna empanada para no olvidar, entre compatriotas y españoles y siguiendo a la ‘roja’. Ah! por supuesto cuando me pregunten de dónde soy, seguiré contestando del país mas bello y largo del mundo, Chile.
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