Cuando piensas en los peores trabajos en tiempos de crisis nunca nos acordamos de la persona que tiene que recordar nuestras deudas. Si no existieran las deudas, se imaginan? Un mundo sin deudas. Por cuenta de tres, los cobradores del frac desaparecerían.
En España existe este oficio desde Miguel de Cervantes. Para enfrentarse a los morosos, los acreedores recurren a cobradores disfrazados que acosan a los deudores. Su método: ser lo menos discretos posible.
Desde hace varios meses que en España se ve un aumento de personas que son perseguidas por ellos. Esta crisis financiera no ha tocado sólo a grandes, pequeñas y medianas empresas. Sino también a personas que de la noche a la mañana han tenido que comenzar de cero para poder alimentar a sus familias.
Se sabe que la economía mundial ha estado en manos de grupos financieros que especularon con nuestro dinero muchos años . Lo hemos permitido porque el boom de internet, ha sido sin precedentes. La ‘globalización’ permitió que nuestros dineros se movieran por todo el mundo. Hoy en Blanes depositaba dos mil euros, a los cinco minutos podía estar en Boston.
Así ha comenzado una crisis de la que no podemos hacer frente solos. Todos los líderes políticos están sometidos actualmente en tela de juicio. Les toca tomar grandes decisiones. Se vio en el pasado G-20 que aún las grandes potencias no logran ponerse de acuerdo de como podemos hacer frente a esta situación. Sin embargo, comenzarán con darle más poder a cuatro organismos internacionales a los que identifican como pilares básicos para salir de la crisis. Por otro lado eliminarán los paraísos fiscales para evitar el secretismo bancario.
Esperemos que “no sigamos extraviados toda la vida”, como diría Descartes en el Discurso del método, sino que podamos re dirigir nuestros modelos económicos y que esta crisis ‘presente’ sirva para encontrar nuevos sistemas que protejan de manera real nuestros dineros.