sábado, 25 de julio de 2009

Roberto Bolaño: “PERDIDA IRREPARABLE PARA CHILE”


Hace unos días se cumplieron seis años de la desaparición del escritor chileno Roberto Bolaño. Para muchas personas en Chile aún es desconocido, sin embargo en Estados Unidos y en Europa no paran de leerlo. Yo lo descubrí hace diez años atrás, cuando recién había llegado a Canarias para realizar un doctorado en literatura. Para mi sorpresa este autor era lo más cercano al periodismo y literatura negra, que era lo que hacía poner mis ojos y mi interés en este autor.

Es normal el desconocimiento de Bolaño en su país de origen, ya que a los 13 años se trasladó con su familia a vivir a México, dónde fue formando su pasión por la literatura. Regresó a Chile para apoyar al gobierno de Allende y a los pocos días de llegar la Moneda estaba bombardeada. Llegó a estar detenido en el sur, pero gracias a un antiguo compañero de colegio que lo reconoció, pudo salir de su celda y del país.

México lo acogió nuevamente y allí creó el movimiento poético infrarrealista. Él junto a otros 15 escritores estaban cansados de las guías oficialistas y necesitaban romper con todo. A los años viajó a Barcelona dónde se encontraba su madre, Victoria, y dónde comenzaría a escribir de forma más seria.

Bruno Montané, poeta y amigo de Bolaño, fue testigo cómo la pasión de escribir lo llevó a trabajar en lugares tan variopintos como vendimiador en verano, vigilante nocturno de un camping o vendedor de la tienda de su madre, todo con el fin de tener tiempo para leer y escribir.

El reconocimiento lo comenzó a tener el año 1996 con la publicación de Literatura Nazi y Estrella distante, pero con los relatos de Llamadas telefónicas, ya no paró de cosechar premios. Por su novela Detectives Salvajes(1998) fue galardonado con el premio Herralde lo que ayudó a reafirmar definitivamente su carrera.

Pero el destino ya estaba escrito para Roberto Bolaño, una enfermedad hepática nos quitaría el placer de tenerlo entre nosotros. A los 50 años el 15 de junio del 2003 dejó de respirar, por suerte, dejando sus libros como herencia. Cómo escribió su amigo el poeta Nicanor Parra “ Se nos adelantó Roberto./ Pérdida irreparable para Chile, / Pérdida irreparable para mí,/ Perdida irreparable para todos..”.